miércoles, 1 de abril de 2015

EL MISTERIOSO CASO DE DON TABACO

Por: Misael Aguilar Hernández

Teléfono: 58365937

 


¿Dónde está el tabaco que se vende en los comercios estatales en moneda nacional? Esta es una pregunta que se hacen los fumadores a lo largo de toda la isla, y también por qué no los santeros que lo utilizan durante sus ceremonias.

 

Resulta difícil y a veces imposible encontrar un tabaco en estos lugares. Se trata de una ausencia prolongada que abarca meses y que se hace cada vez más notoria y preocupante. Tal es así que la Sección LVoz del Oyente de la emisora Radio Reloj se hizo eco de la inquietud de los fumadores de la hoja, que han inundado de cartas esta Sección de la renombrada emisora. 

 

En este medio se divulgó la inquietud de fumadores de la Habana, Artemisa y de Pinar del Río, explicándose bien claro que quien quiera adquirir tabacos, debe hacerlo a sobreprecio y a veces estos parecen haber estado tanto tiempo almacenado que apenas tienen olor y se rompen entre los dedos. 

 

Rico un fumador compulsivo de la hoja en San Antonio de los Baños, provincia de Artemisa expresa con cierta melancolía "Don Tabaco está más perdido que el unicornio azul de Silvio Rodríguez, claro que Silvio podía pagar cien mil o un millón para que apareciera, pero nosotros tenemos que contar entre suspiros cada peso que se nos va del bolsillo.

 

Nadie comprende este desabastecimiento de los tabacos que se vendían al precio de un peso(moneda nacional) en los comercios estatales, si bien es cierto que en la llamada bolsa negra siempre hay, los precios oscilan entre 2 y 5 pesos cada unidad.

 

Lo grave -según la mayoría de los fumadores- no es que lleguen a los comercios y se acaben de inmediato, pero es que sencillamente no llegan nunca, mientras el tabaco circula  en manos de los revendedores. Algunos piensan que el desabastecimiento no existe, que la situación es creada a propósito. 

 

Un ambiente de inestabilidad impera con relación al tabaco y los fumadores más viejos temen que ese aroma se vaya a convertir en una antigua nostalgia, pues según ellos hay que reconocer que los tabacos que se venden hoy por la calle más que oler a tabacos huelen a almacén y cucarachas, sobre esto expresó un señor que dijo llamarse Juan: "Vamos a tener que contratar los servicios de SherlockHolmes para ver si podemos ver de nuevo los tabacos".

 

 

Artemisa, 31 de marzo de 2015.