domingo, 18 de marzo de 2018

SE NIEGA SERVICIO DE TELEFONÍA PÚBLICA

Por: Eliosbel Garriga Cabrera.

Teléfono: 53747292

No existe el control del servicio administrativo público en Pinar del Rio, es por eso que se le negó el derecho a comunicarse vía telefónica a Yoisbel Álvarez Carrillo, en las oficinas de la Empresa Constructora municipal conocida como la Unidad Básica de ATTAI, producción industrial, radicada en la calzada de La Coloma, en el reparto Capó. El funcionario que no le permitió el uso del equipo fue el custodio nombrado Noel, en compañía de un dirigente de dicha empresa conocido por su apellido, Cueto.

Según manifestaron los vecinos del lugar, además del teléfono público que se encuentra en áreas del portal, existe otro dentro, frente a la mesa del custodio, que tampoco permiten el uso por personas ajenas a la entidad, ya sea una llamada de urgencia.

El antes mencionado funcionario de apellido Cueto manifestó que la estación “pública” era solo para empleados y que la administración no permite realizar llamadas en áreas de dicha entidad.

En dicho lugar se personó un ingeniero nombrado Luis Álvarez, natural de este reparto, quien les planteó a dichos dirigentes que el servicio telefónico es parte de la administración pública y que cualquier persona puede reclamar ese derecho.

El argumento de Cueto se basa en que ATTAI le ha planeado a la Empresa de Comunicaciones (ETECSA) que dicho servicio tiene que ser sacado del interior del inmueble.

Algo que nadie entiende, por qué si tanto ETECSA como ATAI son empresas estatales y el teléfono es un servicio público que debe considerarse propiedad social y por ende estar al servicio del pueblo.

Un vecino del lugar, expresó que en ocasiones los dirigentes no conocen las garantías que tienen las personas y les arrebatan sus derechos; aunque esa empresa estatal cumple otra función, el ciudadano en cuestión quería realizar la llamada telefónico por un problema familiar y después de explicarlo no tuvo la comprensión de los dirigentes, a pesar de que todo el mundo sabe que somos una población llena de necesidades materiales y espirituales.

Por su parte la Empresa Telefónica no tiene definida la función que hace el teléfono público en ese lugar, pero lo que está claro es que hay indolencia de los funcionarios de las dos entidades estatales y como siempre quien paga es el pueblo que no entiende cómo no se ponen de acuerdo.

Esto es un pequeño ejemplo de lo que tiene que pasar a diario la sociedad cubana, por la indolencia con la que es tratada por el sistema.

 

Pinar del Río, 15 de marzo de 2018